sábado, 28 de mayo de 2011

O’Higgins comandante patriota del desastre de Rancagua


Por José Miguel Tapia Cuadra

Dentro de mi vida he aprendido mucho de historia, tanto de mis profesores como de los libros y de toda la historia que he aprendido, mi favorita es la de chile en especial la parte de nuestra independencia y como rancagüino uno de los hechos más importante es el desastre de Rancagua del cual investigue. Pero dentro de esta batalla mi investigación se centra en el llamado “Padre de la patria” don Bernardo O’Higgins, el héroe que guío a las tropas patritas en esta batalla. Su participación en estos hechos fue muy importante por eso investigue su perspectiva de esta batalla.
Estos hechos pasaron en el primero de octubre y el dos de octubre del año 1814, el jefe de gobierno José Miguel Carrera le ordeno al don Bernardo O’Higgins impedir que los ejércitos realistas, que buscaban reconquistar chile en el nombre del rey de España, avanzaran hacia Santiago poniéndolo a la defensa del rio Cachapoal.
O’Higgins recibió notificación de que todas las fuerzas realistas estaban a orillas del rio Cachapoal. José María Benavente contaba con que el rio detuviera a los realistas sin necesidad de pelear. En la noche del día siguiente, las tropas de Osorio salían de las casas de Requmoa (9 de la noche) en demanda del Cachapoal. Partidas de caballería fueron a situarse en frente de los vados de los Robles y de Baeza, que custodiaban la primera y la segunda división, mientras el grueso del ejército lo cruzaba, sin la menor resistencia, por el de Punta de Cortés, uñas dos leguas al poniente de Rancagua. "Se pasó el río, y al amanecer ya todo el ejército estaba al otro lado", dice Osorio en su parte oficial. O´Higgins contaba con que la tercera división mantendría a salvo ese flanco.
Al amanecer del día 1 de octubre O’Higgins se percato del aspecto que estaba tomando esta situación. Mientras sus fuerzas contenían al enemigo en el vado que enfrentaba a la ciudad y en el de los Robles, el grueso del ejército realista avanzaba hacia Rancagua Con los 600 infantes y los artilleros de la segunda división que quedaron en la plaza, enteró O'Higgins 1.750 hombres. Esas penas alcanzaban al 40% de los efectivos de Osorio. Pero estas tropas representaban una selección. Los .milicianos armados de lanzas, No se exagera diciendo que estos 1.750 soldados tenían mayor eficiencia militar que la masa de 3.931 hombres reunidos por Carrera entre Graneros y Rancagua, si se repara en: que a la selección del soldado, se añadió la circunstancia de que pelearon en un pequeño recinto, donde la influencia personal de los jefes y de los oficiales fue muy eficaz. Estos factores explican su admirable comportamiento, tan diverso del que hemos visto en las batallas anteriores.
O´Higgins se encerró en la plaza y vio desde la iglesia de la merced como las fuerzas de Osorio se preparaban para atacarlos de las cuatro calles de entrada a la plaza. O´Higgins uso unas trincheras que sus hombres ya habían cavado para defender la plaza. Osorio en respuesta de esto aposto cañones en posiciones estratégicas para poder disparar a las cuatro trincheras en las cuales los hombres de Bernardo O´Higgins se disponían a defender la plaza, los hombres de O´Higgins repelieron el ataca de los realistas lo cual hizo que se prolongara la batalla hasta el anochecer
La noche transcurrió en una continua alerta. Los patriotas esperaban a cada momento un asalto nocturno y los realistas, una tentativa de los sitiados para romper el cerco. Los primeros reparaban sus trincheras y recogían sus numerosos heridos dentro del estrecho recinto que conservaban, pues casi toda la ciudad estaba en poder de Osorio. Los jefes divisionarios realistas prosiguieron en la oscuridad los trabajos preparatorios del asalto decisivo, que pensaban dar al día siguiente.
En el 2 de octubre los ataques realistas volvieron con más fiereza y con mejores oficiales, los patriotas en las trincheras se les estaban acabando las municiones pero no la esperanza, y esa esperanza se volvió más grande cuando el vigía de la torre de la torre de la iglesia de la merced grito que se acercaban los refuerzos de la tercera división a lo que el comandante O´Higgins replico:” da a sus ayudantes la orden de que corren a las trincheras a anunciar la fausta nueva; y un grito de ¡Viva la patria! Que apaga la voz de los cañones se hace oír en toda la línea"
En ese momento se produjo en el campo realista una gran confusión que los defensores de la plaza divisaban desde la torre en que tenían colocados sus vigías. Se movían las tropas, y aún se creyó ver que Osorio y su estado mayor se preparaban para levantar el asedio y retirarse hacia el sur. El jefe realista perturbado por la tenaz resistencia de la plaza, temeroso del refuerzo que llegaba a los patriotas, y preocupado sobre todo por la responsabilidad que pesaba sobre él por haber comprometido la acción contra las órdenes del virrey, comenzó a ser los aprestos para la retirada.
Pero desafortunadamente el ataque de la tercera división no tuvo ningún efecto y la tercera división termino por retirarse. El vigía de la torre se lo avisa a O’Higgins de la retirada de la división y esto causo una gran pérdida de la esperanza en las filas de los patriotas pero O’Higgins corrió por las trincheras avivando el valor de los soldados para que no se rindieran.
Más tarde una bandera chilena flameaba en el viento y la llevaba el abanderado José Ibieta y gritando: “viva la patria”. esto genero una respuesta española la cual fue acribillar al abanderado, el cual cayó muerto al suelo por las balas .
O’Higgins ordeno a sus hombres montar el caballo y atravesar la plaza en retirada para así poder escapar de la batalla que se encontraba perdida.
Esta batalla trajo un duro revés para la causa patriota la cual fue sofocada durante la reconquista pero años más tarde el general O’Higgins volvería para reclamar la independencia de su patria y la conseguiría pero no se debe olvidar a los héroes anónimos que dieron su vida en defensa de la patria, héroes que no se rindieron a pesar de las adversidades y mantuvieron en alta la causa de la independencia, a los héroes de la batalla de Rancagua. Por eso yo pienso que estos héroes deben ser recordados tanto como los padres de la patria y darles la gloria que merecen.

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