viernes, 27 de mayo de 2011

ALGUIEN OBSERVANDO

Por: Antonia Vergara.

La protagonista de esta historia es Lorena.
Lorena pasaba muchas horas del día leyendo cualquier tipo de libros, revistas diarios, etc. Lo hacía por pasar el rato y hacer algo productivo durante el día. A ella le gustaba mucho leer y escribir.
En ocasiones, muy seguido notaba como si alguien la observase muy interesadamente y ella no aguantaba darse vuelta para ver quién era, siempre era su padre observándola con una sonrisa en la cara, como orgulloso de verla en algo de ese tipo.
Ella le preguntaba: “¿Cuanto hace que estás aquí?” y el siempre le respondía: “Hace un ratito”
Y así sucedió durante mucho tiempo. Cada vez que ella sentía la sensación de estar observada, sabía que era su padre, mirándola con mucho cariño y amor.
Un día escucho que le decía su nombre. En el momento en que volteó preguntaba “¿Qué?”. Y se asombro completamente de ver que no había nadie, no supo si la voz fue de hombre o de mujer. Pero no le dio mucha importancia y siguió con sus cosas.
Luego de unos días volvió a ocurrirle pero sintió que fue en su oído, alguien tuvo que haberle susurrado muy cerca de la oreja. Nuevamente no había nadie, estaba completamente sola en la habitación.
Pasaron los días y su padre murió. Le dijeron que su casa estaba llena de espíritus y esperaban la llegada de su padre.
Lorena uno de los cuantos días en que estaba en su habitación leyendo, sintió que su padre estaba parado observándola, como siempre. Su cara se le deformó completamente cuando recordó que su padre ya no estaba. Sintió mucho escalofrío y tristeza por que sentía que esa sensación había sido vivida y tan fuerte como cuando su padre vivía.
Durante mucho tiempo sintió ese susurro al oído, y nunca era nadie. Sentía los mismos escalofríos y pena por el gran recuerdo que se le venía a la mente de su padre.

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